La cetrería en la Edad Media: una práctica ancestral en la sociedad medieval

Durante la Edad Media, la cetrería se erigió como una actividad de gran prestigio y habilidad entre la aristocracia europea. Este arte de cazar con aves rapaces no solo era una muestra de destreza, sino también un símbolo de estatus y poder.

La aparición de la cetrería en España

La cetrería, el arte de la caza con aves rapaces, tiene una larga y rica historia en la península ibérica, llegando a ella a través de las influencias árabes y orientales durante la ocupación musulmana de la región, pues eran expertos en el uso de aves de presa para la caza.

Durante la Edad Media, la cetrería se convirtió en una actividad sumamente apreciada tanto por la nobleza cristiana como por la aristocracia musulmana, quieres disfrutaban de la emoción y el desafío que suponía la caza con halcones, azores y otras aves rapaces. Además, la posesión y cuidado de aves de cetrería se convirtió en un símbolo de estatus y poder dentro de la élite de la época.

A lo largo de los siglos, la cetrería se fue integrando en la cultura más allá de ser únicamente una actividad cinegética, la caza con aves de presa pasó a formar parte de los ritos, festividades y estilos de vida de la nobleza. Llegando a proliferar la publicación de tratados y manuales sobre el este arte, testimoniando el gran interés y dedicación que suscitaba esta práctica entre la aristocracia del medievo.

La cetrería como actividad de la nobleza

En la sociedad medieval hispana y europea, la cetrería era una actividad reservada casi en exclusiva para la nobleza. Los señores feudales, la aristocracia y los monarcas consideraban a las aves rapaces como símbolos de poder, un claro indicador del rango y la posición privilegiada de sus dueños. Quienes empleaban buena parte de su tiempo y recursos en el entrenamiento y cuidado de sus aves de cetrería. Halcones, azores, águilas y otras especies eran minuciosamente adiestrados para la caza, adquiriendo una gran maestría en el manejo de estas aves.

Más allá de su función cinegética, los señores feudales y reyes solían lucir a sus halcones y azores en ocasiones ceremoniales, desfiles y eventos sociales, reafirmando así su estatus y autoridad frente al resto de la población. De este modo, la práctica de la caza con aves rapaces se consolidó como una actividad exclusiva de la nobleza, reflejando las marcadas divisiones sociales y el acentuado sentido de superioridad que caracterizaba a la sociedad feudal europea durante la Edad Media.

La cetrería como regalo entre mandatarios

Además de su función como actividad recreativa, la cetrería también desempeñó un papel destacado en el ámbito de las relaciones diplomáticas entre reinos y mandatarios durante la Edad Media. Las aves de presa eran considerados regalos de gran valor simbólico y de prestigio.

Los monarcas y gobernantes de la época solían intercambiar ejemplares de aves rapaces como símbolo de amistad, alianza política o muestra de respeto mutuo. Estos exquisitos obsequios eran vistos como una forma de establecer y fortalecer vínculos entre las diferentes cortes y casas reales. Recibir un halcón, águila o azor adecuadamente adiestrado era interpretado como un gesto de gran estima y consideración.

De esta manera, la cetrería se convirtió en una herramienta diplomática de gran importancia. El obsequio de aves rapaces permitía a los gobernantes expresar sutilmente su poder, riqueza y refinamiento cultural, consolidando así su estatus y prestigio en el complejo juego de la política medieval.

Un ejemplo de estos obsequios medievales, y también de épocas posteriores, aparece en la obra de ficción “El halcón maltés” de Dashiell Hammett, cuya trama parte de esa idea del regalo de aves rapaces por cuestiones diplomáticas entre élites, aunque en este caso el Halcón no un animal vivo, pero el concepto está ahí.

El declive de la cetrería

Si bien la cetrería había disfrutado de un auge prolongado a lo largo de la Edad Media, esta práctica tradicional de caza con aves rapaces comenzó a perder gradualmente su prominencia en la sociedad europea con el paso del tiempo. Influyendo diversos factores en su declive:

En primer lugar, los avances tecnológicos, particularmente la introducción de armas de fuego, transformaron paulatinamente las técnicas de caza. Las armas de proyectil, cada vez más precisas y efectivas, disminuyeron la necesidad de utilizar aves de presa para la cacería. Así, la cetrería, tradicionalmente asociada a la nobleza, fue perdiendo su relevancia como método predilecto de caza.

Además, los cambios en las estructuras sociales y políticas también repercutieron en su declive. A medida que el Estado moderno fue consolidándose, la aristocracia fue perdiendo gradualmente su poder y privilegios. Con ello, la práctica de la caza con halcones y otras rapaces, tan íntimamente ligada a la élite, fue quedando cada vez más relegada.

Finalmente, el advenimiento de la era industrial y el crecimiento urbano contribuyeron a marginalizar aún más a la cetrería. Esta tradicional actividad cinegética se convirtió en un pasatiempo cada vez más restringido a un pequeño grupo de aficionados y entusiastas, alejándose del protagonismo que había ostentado en las épocas anteriores.

La cetrería en la actualidad

Aunque la cetrería experimentó un declive a lo largo de los siglos, esta práctica ancestral ha experimentado un notable resurgimiento en la época contemporánea. En la actualidad, existe una comunidad activa y dedicada de cetreros en todo el mundo que continúan preservando y practicando este antiguo arte.

Gracias al esfuerzo y la pasión de estos entusiastas, la cetrería ha logrado mantenerse viva y adaptarse a los tiempos modernos. Los cetreros de hoy en día combinan con maestría las técnicas tradicionales de entrenamiento y manejo de rapaces con innovaciones y herramientas más recientes, logrando conservar la esencia de la cetrería medieval, actualizándola y reinventándola según las necesidades y dinámicas de la época actual.

Las aves de presa, como halcones, azores y águilas, continúan siendo admiradas por su elegancia, agilidad y habilidad, despertando el asombro y la fascinación del público. Convirtiéndose en un espectáculo cautivador que atrae a amantes de la naturaleza y la tradición, y sin haber caído en el olvido como una mera reliquia del pasado.


Nota: Imagen enlazada desde la web del Diario La Verdad de Murcia, en su artículo La cetrería levanta el vuelo en la Región.


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